Competition -one shot

2 comentarios
Hooola!! , hace ya como un año y medio (o tal vez más) que no escribía nada de nada, cuando intentaba algo, mis ideas comenzaban a enredarse, así que decidí tomarme un tiempo en tratar de mejorar ... no se si lo logre, pero es un hecho que me costo un poco de trabajo volverme a adaptar en escribir . No sabía como terminar este one-shot.

Espero les guste, es el primer YamaJima que hago ♥, pensé en convertirlo en Two-shot por su extensión, pero no creí prudente cortarlo en algún sitio xD.
Esperare impaciente sus comentarios, espero me digan que les pareció, y acepto criticas constructivas ♥. disfrútenlo.

Titulo: competition
Extensión: One Shot 
Parejas: YamaJima
Genero: Fluff, slash
Capitulos: 1/1


Después de revelar la lista de los participantes del nuevo concurso de la preparatoria X, los demás estudiantes se abalanzaron para poder inscribirse.

El nuevo concurso consiste en mantener un beso el máximo tiempo posible, y los ganadores se llevarían de premio 3mil yens cada uno. Pero no sería tan fácil como sonaba, no era con cualquier persona; realmente hubo dos rondas de inscripciones, la primera fue de estudiantes q apostarían sus labios con cualquier persona, ya sea chica o chico, conocido o desconocido, sin importar quien, debían mantener sus labios en un beso.

Las reglas eran sencillas, solo 15 participantes por ronda de inscripción, los de la segunda ronda podían escoger a quien besar, pero para ello, debían de llegar en primer lugar a las inscripciones, además, desde el momento en que se parasen delante de su pareja no deben de tocar otra cosa aparte de labio con labio y sin pronunciar palabra, para evitar que la otra persona se percate de quien está frente de él o ella; los de la primera ronda debían de permanecer con los ojos cerrados para no ver a quien están besando, si abriesen los ojos solo por un segundo la pareja sería descalificada, solo después de aguantar todo lo que pudiesen, pueden abrir los ojos; por pareja hay un juez q debe medir el tiempo y ver si se cumplen las reglas escritas.

La segunda inscripción fue un caos total, cuando supieron que entre las 15 personas inscritas 4 de ellos eran los chicos más populares y atractivos del instituto y 2 las chicas que todo alumno quería conquistar; todos quisieron entrar a concursar, aunque desde el día q fue anunciado el concurso nadie hacia caso de ello, y otros lo tomaban como broma ocasional.

Se colocó un pequeño escenario al centro de la escuela, costeada por uno de los estudiantes que organizaban dichoso concurso. Los profesores y director no les interesaba mucho, ya que era el día del festival escolar, día que los estudiantes podían hacer lo que querían, mientras no realizarán ningún tipo de ilícito

La selección de los 15 candidatos fue decidida, y los primeros 15 tomaron su lugar como les habían dicho, con audífonos en sus orejas, por si alguien del público gritaba quien estaba de lande de él o ella.

Algunos estaban nerviosos, pensando qué clase de persona los besaría, y otros solo estaban relajados cerrando los ojos y esperando que su curiosidad no les ganara; no era tanto dinero el que estaba en juego, sólo lo hacían por diversión.

La multitud se reunió alrededor, esperando ver quiénes eran los elegidos… por decirlo de alguna manera.
Los jueces anunciaron que ya todo estaba bien para que los otros quince subieran, algunas de las chicas que subieron eran penosas, dudando un poco si pararse frente a la persona que habían elegido o no, por otra parte los chicos q subían, subían triunfales, como si hubieran hecho un gran logro, aunque muchas de las personas abajo se quejaban y gritaban, como si de algo sirviera eso.

El único que faltaba por subir era Yamada Ryousuke, a quien lo estaban forzando a subir los organizadores del concurso… sí, sus amigos.

-¡¡esperen, esperen!!- decía tratando de soltarse- ¿tengo que hacer esto?- decía como si rogara por su salvación
-¡claro! –contestaba Chinen quien reía entre dientes y mirándolo de manera divertida – es tu única oportunidad, tómala o déjala
-la dejo!!!- decía tratando de huir, pero lo volvieron a tomar por ambos lados -¿Por qué lo tengo que hacer frente a toda la escuela?- decía un poco más enojado
-simple, porque solo es un juego, no te morirás por hacerlo, además solo es contacto de labios, nada del otro mundo. –Decía Daiki -apresúrate, que todos nos están volteando a mirar
- pero… - trato de protestar, pero lograron subirlo y la multitud lo veía con extrañeza.

Quería huir de ahí, era obvio a donde se pararía, ya que era el único lugar que faltaba ser ocupado.

Los cuchicheos comenzaron, trato de caminar firme, pero sus piernas estaban temblando, sentía rojas sus mejillas y su respiración acelerada. Pensaba “cuando termine todo esto, matare a los que me inscribieron sin mi consentimiento”.

Algunos de la inscripción de la segunda ronda habían escogido a alguien de su mismo sexo, ya sea porque les era divertido sorprender al otro porque lo conocían, o solo por fastidiar al público.

Yamada se paró justo frente a quien le toco, o más bien a quien eligieron sus amigos. Pero antes de darse cuenta, Daiki estaba caminando tras de el con un banquillo en las manos.

-lo necesitaras- dijo en voz baja mientras dejaba lo que tenía justo en medio de Yamada y a quien besaría este y enseguida bajo, sin antes guiñarle el ojo al juez de esta pareja.

Muchos o la gran mayoría del público reían por lo sucedido. Mientras Yamada volteo a fulminarlos con la mirada. Estaba realmente avergonzado.

No le quedaba de otra más que hacer lo que tenía que hacer, se subió al banquillo donde estaba a una distancia prudente para besar a su compañero.

Se estaba preparando mental mente, no quería hacerlo, no delante de tanta gente,  desde hacía mucho que le gustaba, pero siempre trataba de evitarlo para que no se descubrieran sus sentimientos.

Trago saliva y mojo sus labios un par de veces y enseguida se los seco con la manga. Veía a Yuto parado frente a él y le venían de nuevo los nervios, mientras el otro solo jugaba un poco haciendo gestos raros que le parecían divertidos a Yamada.

Yabu termino de contar y una chicharra sonó, se acercó lentamente al de frente con miedo, nervios y mariposas en el estómago. Aún no lo besaba, solo mantenía su cara cerca de la del otro, volteo a mirar a Inoo quien le apresuraba a iniciar, suspiro un poco y cerró los ojos acercándose hasta encontrar los labios de Yuto quien permanecía inmóvil, eran unos labios fríos, pero extrañamente se sentían cálidos y dulces.

Paso solo un segundo después de eso, e Inoo separo a Yamada, quien, al abrir los ojos se encontró con los de Yuto, unos ojos sorprendidos, llenos de incredulidad. Se separó lo más rápido que pudo y casi caía del banquillo, pero el más alto lo detuvo reaccionando enseguida.

-Primer pareja descalificada!!- decía Yabu por el alta voz.

Yamada se soltó inmediatamente del agarre, empujando un poco a Yuto quien estaba en Shock, digiriendo lo sucedido. El menor dio media vuelta y corrió, no hacia las escaleras, ya que sabía que ahí estarían sus amigos, si no que corrió al otro extremo, salto del escenario y corrió a la salida de la escuela.

Chinen trato de alcanzarlo, al igual que Daiki, pero la gente que había les estorbaban, cuando por fin llegaron a la salida, Yamada ya había desaparecido.

Cuando se percató que nadie lo seguía se detuvo y comenzó a caminar normal para no llamar la atención de las personas que se encontraba a su paso. Tomo el tren y se fue directo a casa.
Sentía que odiaba a todos, ni siquiera había valido la pena estar en ese concurso, pensaba. Cuando por fin estuvo en su cuarto se encerró y no salió de ahí aunque le llamasen sus padres para comer.

Permaneció acostado en el piso, escuchando la música que le encantaba y llenándose de energía para cuando tuviera que ver a Yuto. Sabía que sería difícil y aunque quisiera y deseara ya no verlo más, lo tenía que hacer, ya que iban en el mismo grupo y para colmo el menor se sentaba detrás de él, por ser en orden alfabético.

Su celular sonó, lo miro y era Chinen quien le marcaba preocupado, no contesto, porque no estaba de humor para hacerlo. Solo quería paz y tranquilidad en ese momento, así que apago su celular.
Quería dormir un poco, estaba cansado de un día con tantas emociones en cima. Cerro lo ojos y llego a él el recuerdo de aquellos dulces labios, le habían gustado, paso sus dedos por encima y los recordó con más intensidad, deseaba volver a probarlos.

-¿Por qué abrió los ojos antes de tiempo?- se preguntaba- pero si los hubiera abierto después tal vez hubiera sucedido lo mismo… ¿Por qué no pensé en eso?, ¿Por qué no pensé en una manera para que no supiera que era yo? … ahora me vera extraño… ¿la curiosidad para ver que chica le toco le gano?, ¡Aaaaaaaaaaaahhhh!!!!, ¿Qué maldita cosa puedo hacer?

Permaneció diciendo varias cosas, varias de las cuales no tenían sentido ni para él mismo, solo sabía que tenía que actuar como si no pasara nada, o es a la conclusión a la que llego. No debía dejar que eso le afectara, además, jamás le había hablado como para que haya terminado algo.

Al siguiente día tenía que ir a la escuela para ayudar a su clase a desmontar todo, y también para ayudarles a sus idiotas amigos a entregar el escenario y de paso preguntar qué había sucedido después de haberse ido estúpidamente.

Llego con temor a encontrarse con Yuto, caminaba con precaución y volteaba a mirar a todos lados por si acaso.

-¡Hey!!- grito chinen en su oído, lo cual hizo brincar un poco a Yamada, lo volteo a mirar con mirada de asesino y le agarró del cuello con ambas manos, después lo zangoloteo.- ¡Esperaaaaaaaaaa!!! – gritaba chinen- ¡lo siento!

Yamada lo soltó

-¡No me hubieran metido a ese concurso!, ahora jamás me hablara… no lo hacía, pero tal vez lo hubiera hecho en un futuro.

-¡calma!, el asunto no es tan grave, después de irte él bajo y regreso al salón a ayudar con la casa embrujada y cuando me lo encontré me pregunto por qué tú lo habías escogido como pareja para el concurso y-

-¿qué?!!, ¿te pregunto eso? –interrumpió al más bajo sorprendido y sintiendo que el corazón se le salía
-si, pero le dije la verdad, que Inoo y Daiki te metieron sin su consentimiento, que realmente no lo querías besar, pero al ver la presión que te dimos todos al final aceptaste
-¿y que dijo?
-mmmmhh!!, nada
-¿nada?
-sip, nada… bueno solo un “gracias” y se marchó a seguir ayudando como si nada.

Yamada cayó al piso de rodillas, con un alivio grande en su corazón
-menos mal.
-sí, pero…
-¿pero qué?- alzo la mirada con miedo a lo que dijera el otro
-escuche que entro al concurso por el dinero, no porque le interesara ser besado… la cuestión es ¿Por qué abrió los ojos?, si quería ganar, no los hubiera abierto
-bueno si… pero qué tal si se imaginó que quien lo besaba era un chico y se arrepintió de ello
-puede ser, pero… mmmmh, bueno da igual, así que dime, ¿Qué se sintió besarlo?
-Idiota!!- le golpeo en la cabeza y se dirigió al salón para ayudar a recoger, mientras que el otro le seguía con un puchero en el rostro e insistiendo con la misma pregunta.

El día fue sin complicaciones, Yuto jamás apareció por la escuela, y el fin de semana era al siguiente día. Era lo mejor para Yamada, ya que así podía calmarse y volver a actuar como hacía antes de eso. Pero cuando llego el Lunes, iba de un ánimo decaído. Dejo sus cosas en el suelo y se sentó en su lugar correspondiente.

-¿Cómo te ha ido?- se acercó Chinen a preguntar y se sentó en el lugar de frente, donde no había llegado la persona que lo ocupa.
-Pue si omito que choque con dos personas de venida, casi me atropellan y que una chica se me confeso antes de entrar a la escuela, pues… me ha ido de maravilla
-bueno, al menos hay chicas que no les importo lo que sucedió y que aún siguen detrás de ti.
-sí, pero… -se quedó callado mirando a quien venía por detrás de Chinen, Chinen por curiosidad volteo a mirar y con toda la confianza saludo
-¡Hola Yuto!- sonrió- ¿Por qué no viniste a la escuela para ayudar a recoger?

El más alto alzo la mirada y sonrió un poco, se fue al asiento detrás de Yamada y contesto
-fui a ayudar a un tío con unas cosas, lo siento por no haber ayudado
-oh!, bueno, no hubo gran problema ya que Yamada estuvo todo el día recogiendo cosas de todos sitios, tratando talvez de olvidar algo.

Yamada volteo a mirar a Chinen con odio, queriéndolo asesinar, pero no podía hacer nada, simplemente quedarse callado.
El profesor entro y Chinen se fue a su lugar.

Pasaron algunas clases, el almuerzo, y de nuevo más clases, no había sucedido nada fuera de lo normal, Yamada solo no volteaba a ver a Yuto, sabía que el asunto ya estaba arreglado, pero sentía que si lo veía sus mejillas se pondrían rojas y no quería eso, además el simple hecho de que el menor estuviera tras de él ya era mucho y su corazón latía con más intensidad de lo normal.
Por ello quería cambiar de lugar con Chinen, quien estaba hasta el frente de la clase, y alejado por dos filas de Yuto.

-por favor!, por favor!!- Rogaba Yamada, mientras caminaban a la salida para encontrarse con sus demás amigos
-No!, ya lo he dicho, no veré bien el pizarrón desde haya atrás, todos me taparan
-pero yo tampoco soy tan alto y si veo bien
-pues porque ya te acostumbraste, pero yo no, además desde mi lugar puedo poner más atención
-Solo te digo que eres uno de los culpables de lo que me sucede

Chinen lo miro con una sonrisa malévola, una característica de que pensaba hacer algo malo, Yamada volteo de inmediato hacia tras de él, y vio que Yuto ya iba de salida, volteo de nuevo a su amigo y lo tomo del brazo jalándolo lo más rápido que pudo para evitar cualquier cosa que pretendiera hacer.

Mientras que Yuto solo les siguió con la mirada, hasta que se perdieron de su vista.

Estaba muy cansado como para pensar en lo que andaban haciendo sus compañeros, además, debía ir de nuevo con su tío para recibir la paga de tres días de exhaustivo trabajo, solo para comprar unas nuevas baquetas.

Aunque le preocupaba la reacción de su compañero Yamada. Era extraño que se comportase así, tal vez se haya molestado por ser obligado a besarme, se decía al mismo tiempo que iba directo a casa de su tío.

Toda una semana transcurrió de forma “normal”, solo por el hecho de que Yamada no podía mirar a Yuto, siempre que este estaba cerca de él, Yamada miraba hacia otros lugares aparentando no saber de su existencia, si tenía que pasarle algo lo hacía sin mirarle. Además de que Chinen siempre trataba de hacer algo para complicarle las cosas a su amigo.

Así llego viernes, mucha y exhaustiva tarea había dejado sin tiempo a Yuto para ir de compras, y planeaba ir ese día, además de que su mente estaba llena de Yamada, sentía que le había hecho algo malo, aunque no sabía qué, pero cada que trataba de acercársele para preguntar, este huía con alguna excusa tonta. Sabía que tenía que hacer algo, ese ambiente no le gustaba, no era su amigo, ni nada, pero para tener paz quería arreglar las cosas y poner en orden el asunto… cualquiera que se tratara.

Como ya era habitual, cuando llegaba Yuto, Yamada y Chinen ya estaban ahí.
-Buenos días- saludo Yuto a los dos, era extraño, lo sabía, pero era un anuncio de que pensaba hablarle a Yamada.
-Buenos días! Yuto-kun – respondió Chinen con una sonrisa de oreja a oreja, y dándole una pequeña patada a su amigo para que contestase de vuelta.
-B-buenos días!- no volteo a mirarlo, pero se preguntaba por qué los había saludado. Trato de contestar de la manera más normal que pudo, además, antes del incidente si lo saludaba, no seguido, pero de vez en cuando sí.

Cuando llego el almuerzo, todos salieron apresurados a la cafetería, pero a Yamada se le había olvidado su obento en la mochila, ya que Chinen lo había jalado, sin tiempo de tomarlo. Se pudo zafar del agarre de su amigo para regresar por su almuerzo.

Entro al salón, y vio a Yuto quien todavía seguía ahí. Se detuvo solo un momento por la impresión que le había dado y continuo su camino agarrando valor de donde podía.

Tomo lo más rápido que pudo su obento y salió corriendo, sin darle tiempo al más alto de hablar siquiera.

En el momento que llego con sus amigos, sintió un gran alivio en su pecho, dejo el bento en la mesa y se dejo caer en el asiento frente a Daiki.

-¿Qué te sucede?- pregunto extrañado su amigo
-Na-nada – pronuncio con el último aliento que pudo exhalar
-No había necesidad de correr, no íbamos a movernos de aquí- bromeo Inoo, quien a su vez abrazaba a Daiki que estaba a su lado.
Yamada solo los miro por un segundo y suspiro dejando caer su rostro en la mesa.

Se levantó tan pronto sintió una presencia familiar cerca de él, en ese instante volteo y vio a Yuto parado justo detrás de él, abrió los ojos de par en par, mientras que la vista de Yuto examinaba a los acompañantes de Yamada, quienes no se percataron de él.

Iba a decir algo, pero no lo dijo, suspiro resignado y continuo su camino. Le había dado pena hablarle a Yamada en ese momento, cuando estaba con tantas personas, pensaba que la mejor opción era hacerlo cuando su compañero estuviera solo.

Yamada lo miro con extrañeza y un poco de pánico, preguntándose qué era lo que iba a decir el más alto.

Cuando el almuerzo termino Yamada no quería estar en su lugar habitual, Yuto estaba extraño ese día, y eso lo ponía nervioso… muy nervioso. Y eso no lo dejaba concentrarse; de alguna manera convenció a su amigo Chinen en cambiar de lugares, solo por el resto del día, ya vería la manera de convencerlo para que estuvieran así por el resto del semestre.

Cuando Yamada entro al salón, Yuto ya se encontraba ahí, charlando con un amigo lejos de su lugar; el mayor tomo sus cosas y las coloco en el lugar de Chinen, lo mismo hizo con las cosas de Chinen; Yuto lo observaba de reojo, sorprendido por ello.

Las clases continuaron y Yuto no apartaba la vista del mayor, le parecía extraño que no quisiese estar en su lugar, habría hecho algo mal, ¿¿le había molestado que lo saludase??, tenía mucha curiosidad al respecto. Cosa que lo animo más para hablar con el mayor y aclarar las cosas, sin importar la respuesta del otro.

Por fin llego la última clase: deportes. Yamada la estaba esperando con ansias, no porque le gustase la clase, sino por ser la última, así solo había una hora que soportar antes de huir a su casa y estar calmado y tranquilo.

Los chicos fueron a sus vestidores, cada uno a cambiarse de ropa para su clase. Cuando Yamada iba a salir de ahí ya con su ropa puesta, fue atrapado en el acto, la mano de Yuto lo había jalado antes de poder salir, nadie se percató de ello.

Yuto lo llevo tras uno de los casilleros, donde no había nadie. El más bajo abrió los ojos de par en par e inmediatamente bajo la vista. No sabía cómo reaccionar ante eso, se preguntaba que pretendía el menor.

-¿Podemos hablar?- por fin dijo Yuto, tratando de mirar a los ojos del otro, pero era imposible ya que Yamada solo permanecía con la mirada cabizbaja

-¡Yamada!!! – se escuchó la voz de Chinen fuera de los vestidores – ¡apresúrate!!

Yamada alzo la vista, con un rayo de esperanza en sus ojos

-lo..lo siento – pronuncio con un hilo de voz, que apenas escucho el otro. – me tengo que ir- dijo e inmediatamente escapo.
-Espe… - cerro los ojos con frustración y se recargo en el casillero.

Después solo salió desanimado de donde estaba y se dirigió a las canchas, donde estaban ya la mayoría de sus compañeros. Cruzo miradas con Yamada quien estaba con su inseparable amigo, pero este desvió inmediatamente la vista hacia el profesor quien estaba dando las indicaciones de lo que harían ese día.

La clase siguió su curso, Las chicas jugaban volibol, otras jugaban futbol contra los chicos, otros chicos al basquetbol y algunos más corrían alrededor de las canchas.

-¡Chinen! – le llamo Yuto a su compañero que estaba jugando futbol y había tomado un pequeño descanso. Al más bajo le pareció extraño eso, pero fue con él.

Mientras hablaban, Yamada los veía de lejos, pero por su distracción le habían dado en el estómago con el balón.

No pudo concentrarse bien, pero continuo jugando, tratando de hacer caso omiso de sus pensamientos, que se preguntaban que rayos era lo que hablaba Chinen y Yuto. Cuando Chinen estuvo de regreso, Yamada se le acerco inmediatamente para preguntarle

-¿para qué te llamo? – pregunto con mucha curiosidad
-solo para que le preste algo
-así…¿qué?-insistió Yamada
-¿acaso tienes mucha curiosidad?, ¿celos? – respondió Chinen con su singular sonrisa de oreja a oreja
-no, para nada, solo quería hacer plática contigo-

Chinen lo miro sospechoso
-si, claro, te apetece hacer platica en medio de un juego, eso es tan normal – dijo sarcásticamente y al segundo volvió al juego, ya que las chicas habían metió un gol en su portería.

El profesor silbo con el silbato, anunciando que la clase había terminado.

Muchos protestaron porque el juego se había puesto interesante, pero muchos tenían cosas pendientes que hacer, por ello se resignaron y fueron a cambiarse.

Yuto se apresuró a cambiarse, debía recorrer varias tiendas de instrumentos esa tarde, para escoger las mejores baquetas que se ajustaran al presupuesto que tenía.

Salió de los vestidores y se fue; Yamada lo había observado por mucho tiempo, y cuando se fue su corazón se alivió y suspiro.

-¿Por qué estas feliz?- pregunto su amigo acercándosele mucho
 Yamada lo empujo
-no estoy feliz- respondió – solo calmado
-¿calmado?
-si… hora de irnos –dijo tomando sus cosas y saliendo con su amigo de ahí.

De camino a la salida se encontraron a Daiki. Quien llevaba las cosas de Inoo

-¿Qué haces Dai-chan? – pregunto Chinen
-solo esperando al idiota de Inoo, a quien se le ocurrió ir apenas al sanitario
-jajajajajaja, ¿y porque te dejos sus cosas??
-dijo que así correría más rápido- Rieron todos – por cierto, Yabu me mandó un mensaje, diciendo que quería ir al karaoke, ¿se apuntan?
-Si –dijo Yamada
-mmmmhh!!... no, no podemos – respondió Chinen
-¿no podemos? – pregunto con incredulidad Yamada
-si, no podemos… lo que me recuerda que vamos tarde

Chinen jalo de la mano a Yamada, mientras Daiki se quedó mirándolos con sorpresa
-¿Qué harán?!- grito Daiki
-tengo que entregar algo, tal vez regrese después y vaya con ustedes

El más pequeño jalo a su amigo y comenzó a correr a la salida

-¿Qué haremos?- preguntaba Yamada

Chinen no respondía solo seguía su camino
Cuando llegaron exactamente a la salida, Chinen aventó a Yamada por delante y este choco con alguien.

-lo siento – dijo, tratando de mirar quien era, pero los rayos del sol le impedían ver con claridad. Cuando pudo ver bien, se sorprendió de sobremanera al percatarse que era Yuto.

-listo, mi entrega ha sido realizado con éxito- dijo Chinen orgulloso, al mismo tiempo que le sonreía inocente a su amigo, quien lo fulminaba con la mirada, como si pudiera matarlo de esa manera.

Yuto lo tomo del brazo fuerte y lo comenzó a jalar.

-Bien, vámonos
 Yamada estaba demasiado sorprendido, nervioso y con su cabeza hecha un lio como para responder o decir algo, solo se dejó llevar.

Cuando el más alto vio la cara de su compañero se detuvo y le soltó.

-¿estás bien?- pregunto preocupado
 El más bajo solo asintió con la cabeza
-¿seguro?

Yamada digirió todo lo que estaba sucediendo, no lo podía creer, pero era verdad.
-¿qué haces?- pregunto con toda la seguridad que pudo conseguir en esos momentos
-¿estas molesto?
-no, no es que este molesto, solo que me extraña que mi compañero al que nunca le hablado me secuestre y me lleve a quien sabe donde
-oh! Es eso… ¿entonces te molesta que te haya secuestrado?, pues creo que era la única manera de poder hablar contigo, ya que me has ignorado por completo en todos estos días… pero no te preocupes, solo me acompañaras a comprar algo y después hablaremos y si quieres de inmediato te vas.

Yamada cruzo los brazos, sin saber que decir, y miro hacia otro sitio con un puchero dibujándose en su rostro.

-ya que no hay protestas, continuemos nuestro camino – le sonrió el menor

Caminaron juntos hasta llegar a la terminal de autobuses, donde Yuto pago ambos lugares, no pronunciaron nada en el camino.
Pero en el reflejo del autobús Yuto vio que Yamada sonreía un poco, lo que lo tranquilizo, ya que significaba que no estaba tan molesto con él, como él creía.

Cuando llegaron a la ciudad, bajaron y el más bajo siguió a Yuto, quien caminaba con una gran sonrisa en el rostro, mirando todas las tiendas de instrumentos musicales.

Yuto inconscientemente tomo la mano de Yamada y lo jalo a la primer tienda que visitarían, esto tomo por sorpresa al más bajo, quien solo se resignó a seguirle el paso ya que se percató que Yuto no se había dado cuenta de lo que estaba haciendo.

Entraron e inmediatamente Yuto le soltó, dirigiéndose apresuradamente al área de percusión. Reviso cada una de las baquetas que había allí, algunas superaban el presupuesto que tenía, pero esto no hizo que se deprimiese, teniendo la esperanza en encontrar las adecuadas.

Recorrieron así todas las tiendas, sin que Yuto encontrase alguna adecuada, le habían gustado varias, pero eran un poco más caras de lo que él pensaba; las que se ajustaban al dinero que llevaba con él no le agradaban, siempre había alguna razón que Yamada no comprendía.

Cansados se fueron a una cafetería que estaba cerca de la última tienda que habían visitado. se sentaron y cada uno pidió algo para beber.

Yuto parecía un poco deprimido para ese entonces, así que Yamada trato de animarlo iniciando la conversación

-¿tocas la batería? -Pregunto, sabía la respuesta, pero quería aparentar no saber nada al respecto.

Yuto le miro y le sonrió

-sí, y me encanta tocarla, así me siento más libre
-que bien, ha de ser genial hacer algo que te haga tan feliz – sonrió
- si… oh!, lo siento, te he traído de tienda en tienda todo el día, has de estar cansado. Así que para compensarte puedes pedir lo que quieras para comer.
-N-no, está bien, tuve tiempo para conocer más de cerca los gustos de Yuto-kun – volvió a sonreír, lo cual distrajo a Yuto.
-… insisto – reacciono
-no, además necesitas el dinero para comprar las baquetas que quieres
-por eso no te preocupes – le dio pequeñas palmaditas en la cabeza de su compañero – ahorrare más dinero y después regresare por las que quiero, ya le eche el ojo a unoas y solo necesito 1000 yens más, no es demasiado – le dedico una tierna sonrisa.
-está bien, pero no te arrepientas después, ¿de acuerdo?
- jajajajaja sí.

Llamaron a la mesera de nueva cuenta para ordenar algo para comer, Yuto pidió una crepa, mientras que Yamada pidió una rebanada de pastel rellana de fresas y con fresas por encima también.

Mientras esperaban, comenzaron a platicar tan normal, que parecía que eran amigos de toda la vida.

Cuando llego toda su orden comieron, siguieron conversando, hablando de cosas random, y riendo de todas las tonterías que decían.
Al terminar, Yuto pago todo y salieron del lugar.

Iban caminando sin rumbo alguno, y el silencio se hizo presente.

-¿Te gustaría sentarte por allí?- pregunto Yuto, para romper aquel silencio incomodo, que los volvía a la realidad, de que había un distanciamiento entre ellos. Señalo el lugar.
Yamada asintió y se dirigieron hacia ahí.

-además de las fresas, ¿Qué más te gusta comer? –pregunto divertido Yuto
-¿Cómo te has dado cuenta?
-jajajajajaja, solo intuición. –Yamada le dio un golpe en el hombro y rieron

-además de secuestrar a las personas, ¿Qué más te gusta hacer?- pregunto Yamada para quedar a mano.
Yuto le volteo a ver sorprendido, no se esperaba esa pregunta, lo cual le recordaba que tenía que hablar del tema del concurso con él.
-no lo hago… es la primera vez- menciono mirando al suelo y juntando sus manos un poco nervioso.- ¿estás enojado conmigo?
-no, no lo estoy, solo me sorprendió que me trajeras a mi aquí.

Yuto le volteo a mirar
-no, no me refiero a eso… si no ha si te he hecho algo malo para que me evites en la escuela

Yamada torció la boca, no sabía cómo reaccionar a eso
-No – pronuncio seguro – es solo que…
-¿Qué?
-mmm, nada… -miro al cielo- se hace tarde, tenemos que regresar a casa – se levantó, pero de inmediato fue jalado al lugar que estaba.
-ves, a eso me refiero, siempre tratas de evitarme. Por eso te he traído conmigo, ya que en la escuela no encontraba un tiempo para poder hablar contigo, y por ello pedí ayuda a Chinen.
-pero…
-Desde el día del festival no pienso otra cosa que no seas tú, siempre me pregunto por qué me evitas, siempre pienso en que te hice algo muy malo para que me trates de esa manera… sé que no hablamos con frecuencia, pero me intriga saber qué es lo que pasa por tu cabeza… ¡Por favor, responde!- dijo lo último rogando y mirándolo con ojos de súplica.
-No, no has hecho nada… solo soy yo
-¿tú?
-sí, desde aquel día muero de vergüenza cuando estoy junto a ti, por lo que paso aquel día, no quería hacerlo, pero me obligaron… y no podía mirarte o hablarte.
-¿No querías hacerlo? – Pregunto un poco disgustado –sé que te obligaron, ¿pero no querías besarme?

Yamada abrió los ojos de par en par, la palabra “besarme” le causo un sinfín de sentimientos, que hizo que se ruborizara

-so-solo no preguntes más, ¿bien? Ya dije que no me has hecho nada malo, así que ya hay que regresar.

Se levantó y de nueva cuenta lo jalaron para que se sentara

-solo respóndeme y nos vamos
-No es que no quisiese, pero…
-¿No querías o sí?
-ya no preguntes y vámonos… -se levantó de nuevo y antes de ser jalado corrió un poco
-¡¡espera!!, no huyas como siempre- el mayor se detuvo en seco, y limpio su mejilla de la pequeña lagrima que había salido. No sabía cómo responder, ya que si le decía la verdad parecería un tonto. -¿sabes por qué abrí los ojos aquel día?
Yamada volteo curioso, la pregunta que estaba rondando su mente todo este tiempo, talvez seria contestada en ese momento
-¿Por qué?
-por qué… porque olí tu aroma claramente delante de mi , aquel día
-¿mi aroma?
-sí, tú aroma, cuando mantenía los ojos cerrados lo percibía vagamente, pero en cuanto sonó la chicharra lo pude olfatear más claramente, tan cerca de mí, que no lo podía creer. Sabía que eras tú, pero fue tanta mi emoción y sorpresa que quise cerciorarme de ello, aunque eso implicaba no ganar.

El mayor casi se va de espaldas al escuchar todo aquello, no se esperaba una respuesta así, se había imaginado un sinfín de cosas, menos eso.

-¿sentiste emoción y sorpresa?- pregunto inseguro
-si… -se había percatado de lo que había dicho- eso sonó extraño, ¿cierto?
-No … bueno, si un poco, explícate

Yuto guardo silencio un momento y después contesto
-me explicare, pero contesta primero la pregunta que te hice… ¿querías besarme? – se levantó de su lugar, para llegar hasta donde el mayor

Yamada lo dudo un poco, pero tomo valor, ya no le importaba ser rechazado, se le declararía, aunque siempre pensó que no tendría la oportunidad para hacerlo.

-sí – respondió, mirando a los ojos del más alto
-sí, ¿Qué? –pregunto, tratando de no confundir las cosas
-sí, qu-quería besarte- titubeo un poco, y bajo la mirada, para que Yuto no notara sus mejillas enrojecidas. –Pero no enfrente de tanta gente- prosiguió, manteniendo la mirada en el suelo, para no ver cualquier reacción que produjera en Yuto- además, ¡no pude besarte adecuadamente!- protesto- porque alguien abrió los ojos antes de tiempo.

En ese momento Yuto deslizo sus dedos sobre algunos hilos de cabello que Yamada tenía en el rostro hasta llegar a la barbilla de este, le alzo el rostro para que lo mirara fijamente.

Yuto no sabía cómo responder a eso, solo se guiaba por sus instintos.

-tu aroma me encanta, lo puedo reconocer en donde quiera que estés… - vacilo un poco y prosiguió- lo que quiero decir es que me he acostumbrado tanto a tu olor, que se me es difícil olvidarlo, y el saber que quizá no pueda olfatearlo más delante de mí, me da miedo, me preocupe al creer que hice algo mal. Pero quizá todo esto tuvo que pasar para que llegáramos a este momento- sonrió dulcemente para el mayor- me gustas Yama-chan

Yamada no podía creerlo, sus ojos brillaron con ilusión. Quería besar al más alto, pero no debía, ya que estaban en un sitio público.

-a mi también – dijo penoso y sonrió de vuelta.-siempre me has gustado- Giro su cabeza en busca de algo y acto seguido jalo a Yuto a atrás de un árbol cerca, donde nadie los miraría.

-continuare con lo que debía hacer el día del concurso

Recargo al más alto en aquel árbol y se paró de puntas para poder besarle. Sorprendió al otro un poco, pero enseguida le abrazo por la cintura, y en un acto rápido cambio los papeles, puso a Yamada sobre el árbol y se agacho un poco para continuar en lo que estaban.

El contacto de sus labios fue prolongado, cada uno trato de saborear lenta y delicadamente los labios del otro, solo haciendo pausas para tomar aire.
Yamada sentía sus mejillas arder, no podía creer que estuviera pasando eso, creyó que jamás iba a experimentar de nuevo la dulce sensación de los labios de Yuto, tan cálidos y dulces.

Yuto sonrió en los labios de Yamada y después se separó un poco, a una distancia para poder bien el rostro del mayor.

-¿sucede algo?- pregunto Yamada, quien solo podía mirar a los ojos del otro y sonreír con torpeza
-no, solo que no sabía que tus labios supieran tanto a fresas.-Yamada hizo un puchero -son deliciosos. –continuo diciendo.

Volvió a los labios del mayor, y lo sujeto con más firmeza. Le beso cariñosamente, primero lento y suave, después de un rato así, sintió arder su pecho y se acercó lo más que pudo al otro, Yamada lo sostuvo de la cara, acelerando el ritmo. Yuto pidió permiso para que su lengua entrara, y Yamada no lo dudo, sintiendo al instante una sensación que jamás había experimentado en su vida.

La lengua de Yuto jugo con la suya, separándose un poco cuando necesitaban respirar y volviendo enseguida a unirse. Por momentos Yuto mordía suave el labio inferior del otro, quien gemía un poco cuando sentía más y más cerca a quien amaba.

-creo que hubiéramos ganado el concurso así- Apenas pudo pronunciar Yamada entre besos.
Yuto sonrió -te quiero –susurro, sin separarse del más bajo.

Cuando oscureció, regresaron a casa, sin antes despedirse con un rápido beso.

Al lunes siguiente Yamada regreso a su lugar habitual, y sus amigos se enteraron de inmediato sobre su actual relación, ya que un pequeño entrometido les había contado todo.

Ese día Yamada llevo un regalo especial para Yuto. Lo llevo detrás de la escuela para tener más privacidad.

-ten, ábrelo – Yuto se preguntaba qué era lo que le estaba dando, cuando abrió el paquete, vio una lindas y bien diseñadas baquetas, aquellas que le habían encantado y que no pudo comprar.

-pero…-dudo- te pagare, lo juro – dijo sonriendo y levantando a su novio entre sus brazos con una gran sonrisa en el rostro- ¡gracias!

-no me tienes que pagar nada, después de todo también fue mi culpa que no consiguieras algo de dinero por el concurso.
-al menos déjame darte la mitad, me sentiré mal sino lo hago –lo bajo
-mmmmm- se detuvo a pensar- mejor págame con más besos como el de ese día – le miro travieso
-tonto! – le agarro del rostro y le dio un beso tierno y corto –te quiero.

-y yo a ti.
  


2 comentarios :

  1. Me gusto mucho este YamaJima, gracias Anix por este fic
    amo como escribes, nunca me cansare de leer te.
    Me gustaria leer un fic de News
    ya que eres una de dos blog que leo de News


    PD: Perdón por tardar en comentar D:
    mi cel nena no me dejaba entrar
    con mi cuenta de hotmail, solo con la de gmail
    y hasta hoy secuestre la compu de mi hermano

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. gracias por leer!! :) , muy pronto escribire uno de NEWS, y espero escribir más en poco tiempo >u<.

      y para la otra mejor raptas la compu de tu hermana más tiempo, jejejejeje, ok no >u<
      de nuevo gracias por leer ♥

      Eliminar